Café, café "los de ayer"

Esta noche fue de desvelo. Mi inconciente, mas conciente que yo a esta hora, repasaba muchos pasajes de mi vida, idos, tal vez con ansiedad. Al amanecer, me dió ganas de tomar un café, se hacia tarde y tuve que salir con Betty para dejarla en su trabajo. De regreso, hice una parada en un Deli (bodega) y compre un vaso de café y los fui tomando de a pocos; pensaba...café, café "los de ayer". Que cafés los de mamá China. No sé si aun queda vestigios de los cafetos en "casa". Estando en su esplendor la producción de granos de café, mamá China los pañaba y cuidadosameante los tendia sobre una manta ofreciendo luego a la mirada del sol hasta lograr la concentracion de su espiritu, oscuro, mágico y amargo . El tendido era chequeado escrupulosamente por si algun pajarillo haya dejado algún encargo, luego los estrujaba con paños blancos hasta descascarar toda la cosecha, finalmente ventiada estaba listo para ser tostado.

Entonces -le deciamos - Mamá China, llamamos a la tribu para una "cafeteada"?, a lo que ella respondía !Si!.

¡aaah!, qué aroma inundaba la cocina y el comedor. !Recién pasadito!. Y unos panecillos tambien adquiridos a media tarde.!.que rico.!..y las tortillas a base de harina, tomate y cebolla...ya no ya. Bueno, nunca mas encontraré ése "café"; recurriré a la reserva que se guarda en el envase de los dioses, lo beberé y me entregaré a su peculiar oscuro, sintiendo su magia y aroma! ... !cómo ayer!

La producción vegetal de los jardines de "la casa", tan generosa como sus fundadores, nos ofrecía paltos, tomates, maracuyá, plátanos, ají, rocoto, chirimoya, manzana, papaya y más. Según la estación teníamos "tomateada", "palteada", "chirimoyada" en fin. Para cuando se estableció esta costumbre ya habíamos eliminado el galpón de gallinas, por eso ya no habían huevos, nos quedamos sin disfrutar de una "huev...."...!una pena!

Alfredo

El árbol de mi casa está muy triste...